El 13 de diciembre nos reunimos en un restaurante de la zona 9 a convivir, a regocijarnos por los logros del año y a recordar que lo más importante para nosotros son los pacientes.
También quisimos agradecer a las personas que trabajan voluntariamiente para nuestros pacientes y sobre todo, para agradecer a las mamás, a las que luchan por sus hijos y no los abandonan.
Fue muy emotivo y muy feliz. Feliz, porque a pesar de los graves problemas del sistema de salud, poco a poco nos va respondiendo.
Esperamos que el 2016 siga brindando a Candy esa sonrisa y esas ganas de divertirse, que Andrecito siga cazando fantasmas en su tablet, aunque tenga que pasar más de 12 horas a la semana internado en su tratamiento y que por fin, Rosita pueda ir a al escuela, porque ya no le dolerán sus huesos.
Saludamos a todos los que no pudieron llegar, que son la mayoría, pero que sabemos quisieron participar.